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Foto del escritorOrnella Beluzzo González

El Pacto del Futuro y un panorama incierto

En septiembre de 2015, mediante la resolución 70/1, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”,  la cual se define como un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. Ésta tiene 169 metas enfocadas en 17 objetivos: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico;  industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción climática; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; alianzas para lograr los objetivos.


Como establece esta resolución, cada año se debe realizar un informe notificando las repercusiones y el avance de los objetivos, brindado por el Secretario General. Analizando el reporte del año 2023, no podríamos decir que los resultados son  positivos, ya que en el mismo se estipula que “los avances para más del 50 % de las metas de los ODS son endebles e insuficientes, y el 30 % están estancados o han retrocedido. Estos incluyen metas esenciales sobre la pobreza, el hambre y el clima”. Se necesita un accionar urgente de las naciones para llegar a siquiera alguno de los objetivos antes de que sea demasiado tarde.

Fuente: Reporte del Avance de los ODS 2023, Naciones Unidas.


En vista de esto, el 22 y 23 de septiembre del 2024 se celebró la “Cumbre del Futuro”, donde la Asamblea General de las Naciones Unidas ratificó el “Pacto del futuro”  mediante la resolución 79/1. En ella se proponen 56 acciones para que  el compromiso asumido de  un desarrollo sostenible pueda ser cumplido, incluyendo, por ejemplo, poner fin al hambre, tomar medidas más eficaces, erradicar la pobreza, eliminar el déficit de financiación por parte de los países desarrollados, entre otras.


Si bien el propio Secretario General de la ONU, António Guterres, en su discurso  plantea que “el estado de nuestro mundo es insostenible, pero los retos a los que nos enfrentamos son resolubles”; en el Pacto podemos ver una clara responsabilización por parte de la Asamblea General respecto al no avance de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible: “Asistimos en estos momentos a una profunda transformación mundial. Nos enfrentamos a crecientes riesgos catastróficos y existenciales, muchos de ellos causados por nuestras propias decisiones (…) Si no enderezamos el rumbo, corremos el riesgo de estar abocados a un futuro disfuncional en el que las crisis serán constantes”. Son diversos los problemas, y la magnitud y complejidad de los mismos hacen que el progreso y la cooperación internacional para el alcance de los objetivos sea aún más difícil.



 El calentamiento global


Como primer punto a tener en cuenta, el ambiente se ve completamente afectado: el calentamiento global, provocado directamente por el cambio climático y los gases de efecto invernadero, es una de las mayores amenazas de nuestro tiempo. En la Agenda 2030 y el Acuerdo de París (2015) se plantea mantener la temperatura del planeta por debajo de los 2°C o incluso los 1.5° C, teniendo como parámetro los valores preindustriales. El 2023 fue el año más caliente registrado hasta el momento (1,45 °C, con un margen de ± 0,12 °C) y, según la Actualización climática anual de la OMM, se calcula que entre el 2024 y 2028 al menos un año superará temporalmente la temperatura de éste. Esta afirmación es preocupante, más aún teniendo en cuenta que la subida sin precedentes del calor de la Tierra también repercute en el calor del océano y las especies que lo habitan, el retroceso de glaciares y el deshielo de la Antártida, lo que aumenta el nivel del mar notablemente.


Fuente: Reporte del Avance de los ODS 2023, Naciones Unidas


Igualdad de género


Por otro lado, las metas sobre la igualdad de género planteadas en el objetivo 5 no muestran un progreso destacable en absoluto, ya que se calcula que tomaría 300 años terminar con en matrimonio infantil, 286 años para llenar los vacíos de la protección jurídica y eliminar las leyes discriminatorias, 140 años para alcanzar la paridad de cargos directivos encabezados por mujeres en el lugar de trabajo y más de cuatro décadas para alcanzar igualdad de representación política. 

Fuente: Reporte del Avance de los ODS 2023, Naciones Unidas.


Conflictos Internacionales


Además, es importante recordar que la Agenda 2030 también abarca cuestiones en torno a la paz y seguridad internacionales. En la semana del 24 al 30 de septiembre, correspondiente al período número 79 de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los líderes mundiales se pronunciaron en torno a varios tópicos, como son la guerra en Ucrania, el conflicto Israel-Palestina y el propio Pacto del Futuro. 


El panorama no se ve para nada optimista: el Consejo de Seguridad no aceptó un alto al fuego en Gaza, lo que generó que naciones como Dinamarca, el Reino Unido, Ucrania, entre muchas más, pidieran una reforma del órgano. Se plantea que los miembros permanentes (EE.UU., China, Rusia, Francia y Reino Unido) no cuenten con el derecho a veto o tengan una regulación del mismo, ya que consideran que éste retrasa la resolución de problemáticas mundiales. 


También se puso a consideración la inclusión de más miembros permanentes que sean de todas las regiones del mundo, además de sumar bancas de miembros no permanentes para una participación más amplia, equitativa y transparente a la hora de tomar decisiones. Ahora bien, ¿hasta qué punto esto sería positivo?  El punto de que en el Consejo de Seguridad cuente con pocos asientos radica en que justamente posibilite la toma de decisiones rápida. A su vez, los 10 miembros no permanentes son elegidos por la Asamblea General, por lo que representarían la preferencia de una mayoría. Entonces,  ¿Qué tipo de reforma podría aumentar la representación de la comunidad internacional sin ralentizar la toma de decisiones cuando las situaciones de urgencia lo ameriten? 


El futuro del mundo y la subsistencia de todas las especies que lo habitan depende tanto de una intervención activa por parte del gobierno y la cooperación entre naciones como de nuestro propio involucramiento en efectuar el cambio: la consciencia en las problemáticas y la participación en sus soluciones son puramente responsabilidad de cada uno de los habitantes del planeta. Cada pequeño aporte realizado es un paso dado para salir adelante y garantizar un futuro, no solo sostenible sino equitativo humanamente.


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