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¿Qué es el Comando Vermelho? Origen, poder y presente de la mayor facción criminal de Brasil

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  • hace 2 días
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El Comando Vermelho (CV) constituye la facción criminal organizada más longeva y poderosa de Brasil. Su influencia operativa es significativa, abarcando desde las áreas geográficas densamente pobladas de las favelas de Río de Janeiro hasta intrincados esquemas de tráfico ilícito transnacional. La expansión de su radio de acción ha trascendido las fronteras nacionales, consolidando su estatus como un actor relevante en el crimen geopolítico regional.


La articulación del CV se remonta a un proceso histórico ligado a una medida institucionalmente contraproducente implementada por la dictadura militar brasileña a finales de la década de 1970. La formación seminal tuvo lugar en el Instituto Penal Cândido Mendes, ubicado en Isla Grande, Río de Janeiro. Las autoridades penitenciarias implementaron la mezcla intencionada de prisioneros políticos, muchos de ellos vinculados a movimientos subversivos de izquierda, con reclusos de alta peligrosidad del crimen común. En este contexto de coerción carcelaria sistémica, se produjo una transferencia de capital estratégico. Los delincuentes comunes, destacando Rogério Lemgruber (o también conocido como Bagulhão), asimilaron la metodología de organización, la disciplina jerárquica y la resistencia estructural propia de los militantes políticos. Esta sinergia transformó una estructura delictiva incipiente en una organización dotada de sofisticación estratégica y una clara ideología de "antagonismo al sistema". Posteriormente, el CV proyectó esta disciplina carcelaria hacia las periferias urbanas, estableciendo zonas de autoridad paralela y resistencia sistemática a las incursiones de las fuerzas de seguridad.


La naturaleza criminal del Comando Vermelho abarca un amplio espectro de actividades ilícitas que sostienen su vasta red financiera y su control territorial. La piedra angular de su economía es el tráfico de drogas, principalmente cocaína y marihuana, operando desde la importación transnacional hasta la distribución minorista a través de las bocas de fumo en las favelas. Adicionalmente, el CV se dedica a la extorsión sistemática de residentes y comerciantes en sus áreas de control, imponiendo tasas por servicios básicos. Sus actividades también incluyen el contrabando de armamento militar de alto calibre y la planificación de asaltos y robos a gran escala, lo que refuerza su capacidad de poder y coerción.


Modelo operativo: estructura, mando y gobernanza territorial


La eficacia operativa del Comando Vermelho se sustenta en su capacidad para mantener una actividad criminal extensa, incluso cuando su cúpula directiva se encuentra bajo reclusión, fenómeno conocido como "mando a distancia". Líderes históricos, como Luiz Fernando da Costa (alias Fernandinho Beira-Mar), ejercen el control estratégico y la dirección financiera de la facción desde instalaciones penitenciarias de máxima seguridad. Esta continuidad carcelaria garantiza que la cadena de mando se mantenga funcional, lo cual es indicativo de la resiliencia organizacional del grupo. 


A nivel operativo, el CV se organiza en células locales que funcionan bajo una lógica inherentemente mercantil, siendo denominadas "firmas". La figura de máxima autoridad local es el dono do morro (líder territorial).


La estructura de campo se desglosa en roles específicos:

  • Gerentes: encargados de la administración de los puntos de venta de estupefacientes.

  • Soldados: miembros armados cuya función primordial es la seguridad perimetral y la defensa territorial.

  • Vapores y Olheiros: individuos jóvenes o menores de edad responsables de la venta minorista, la distribución logística y la vigilancia preventiva ante la aproximación de patrullas policiales o facciones rivales. La ausencia de oportunidades socioeconómicas facilita el reclutamiento constante de individuos vulnerables, ofreciéndoles una alternativa de subsistencia económica.


La “gobernanza híbrida”


El control ilícito que ejerce el Comando Vermelho se conceptualiza como gobernanza híbrida, un marco donde coexisten y se articulan estructuras normativas formales e informales en los espacios urbanos marginados.


En estas áreas, la facción impone estructuras normativas paralelas, sancionando actos como la traición o el robo con la pena capital. Sin embargo, el CV complementa la coerción con prácticas asistencialistas, buscando establecer un grado de legitimidad y apoyo comunitario, lo cual reduce su vulnerabilidad ante las incursiones de las fuerzas del orden.

La perpetuación del poder del CV se deriva de su habilidad para operar en la "zona gris" institucional, gestionando la interconexión entre actores ilegales y estructuras formales. El dono do morro, a menudo, establece acuerdos corruptos con oficiales de policía de bajo escalafón, neutralizando la acción legal del Estado y difuminando la dicotomía entre legalidad e ilegalidad. Por lo tanto, la erradicación de la facción demanda una intervención que trascienda la seguridad y aborde la exclusión social que permite a la autoridad criminal usurpar la función estatal.


Financiamiento y expansión transnacional


Con una fuerza estimada en aproximadamente 30.000 integrantes, la principal fuente de ingresos del CV es el narcotráfico. Adicionalmente, la organización obtiene capital mediante esquemas de extorsión a los residentes de las favelas y comunidades adyacentes, cobrando por servicios básicos como el suministro de gas y televisión por cable en sus zonas de control.


El CV ha desarrollado vínculos transnacionales, incluyendo colaboraciones con redes de tráfico en Colombia. Su logística estratégica se concentra en la triple frontera con Paraguay, un punto clave para el contrabando general y, de manera crítica, para el flujo constante de armamento ilícito. Esta proyección internacional subraya la naturaleza sistémica del desafío de seguridad regional.


La capacidad bélica


La capacidad del Comando Vermelho para resistir operaciones policiales a gran escala y desafiar la autoridad gubernamental se vincula directamente a su arsenal militarizado, lo que cataloga sus confrontaciones como auténticas guerras urbanas.


La capacidad bélica del Comando Vermelho trasciende el uso de pistolas y escopetas: las incautaciones recientes confirman que la facción opera con armamento de grado militar, combinando fusiles de asalto de alta potencia (G3, FAL), plataformas AK-47 y réplicas funcionales de tipo AR, así como artefactos explosivos y ametralladoras pesadas. El volumen y la variedad del material capturado en las redadas de octubre de 2025, cerca de un centenar de fusiles incautados durante la ofensiva en Penha y Complexo do Alemão,  muestran un arsenal calibrado para enfrentamientos prolongados y para la defensa de bastiones urbanos, más parecido a una fuerza paramilitar que a una banda de narcotráfico tradicional.


Ese poder de fuego no es casual: detrás hay rutas logísticas internacionales y cadenas de suministro sofisticadas. Investigaciones y operativos previos han demostrado que lotes masivos de armas importadas desde Europa (Turquía, Serbia, Chequia, Eslovenia, entre otros) fueron adulteradas en la región de la Triple Frontera, particularmente en Ciudad del Este, para borrar o falsear números de serie y luego ser introducidas clandestinamente en Brasil.


No menos inquietante es la evidencia de desvíos desde arsenales estatales. Entre las armas recuperadas en esta última operación de octubre de 2025 había ejemplares identificados como de procedencia militar argentina. Autoridades brasileñas y fuentes judiciales vinculadas a la investigación han señalado la posible relación con el faltante histórico de fusiles FAL y piezas del Batallón N°603 de Fray Luis Beltrán, un caso que arrastra denuncias, procesamientos y preguntas sin resolver desde 2011. Esa intersección, armas oficiales que terminan en manos de cárteles, sugiere fallas estructurales en el control de depósitos, prácticas de corrupción o redes de intermediación que aprovechan lagunas administrativas y jurisdiccionales para desviar material sensible hacia el mercado ilícito.


La magnitud de la violencia ejercida ha llevado a las autoridades a utilizar el término "narcoterrorismo" para describir el fenómeno. El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha justificado esta denominación, argumentando que el CV emplea "tecnologías de guerra" no solo para asegurar el control territorial, sino para desafiar directamente a la seguridad estatal. La peligrosidad del CV reside en su capacidad para afectar la gobernabilidad. Las escaladas de violencia pueden resultar en el cese de actividades comerciales y la paralización de grandes extensiones urbanas. Además, la violencia asociada a la facción se ha vinculado a crímenes de alto impacto político, como el asesinato de la concejal Marielle Franco.


La "Operación Contención" de octubre de 2025


El 28 de octubre de 2025, Río de Janeiro fue el epicentro de la "Operación Contención", un megaoperativo policial cuyo objetivo era desmantelar los bastiones del Comando Vermelho. Este despliegue generó una crisis sin precedentes en la seguridad pública brasileña.


La Operación se enfocó en los complejos de Alemao y Penha, zonas consideradas fortines del CV. La justificación oficial del gobierno estatal de Río de Janeiro fue la necesidad de debilitar la estructura del Comando Vermelho, cuya hegemonía territorial había superado recientemente la de las milicias parapoliciales. El Secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, indicó que el operativo fue producto de una "planificación de un año", con el propósito de aprehender a 180 integrantes de la facción y acorralar a los narcotraficantes en áreas boscosas, buscando de esta forma mitigar los riesgos para la población civil. El balance de la operación fue objeto de controversia numérica. Mientras el Gobierno regional reportó 119 decesos, la Defensoría Pública documentó 132 fallecidos en los institutos forenses, incluyendo cuatro agentes policiales. La versión oficial sostiene que la mayoría de los individuos neutralizados eran presuntos miembros armados del grupo que ofrecieron resistencia.


Adicionalmente, se detuvo a 113 personas, de las cuales 10 eran adolescentes, hecho que enfatiza la vulnerabilidad juvenil ante el reclutamiento por parte del CV. La incautación incluyó 91 fusiles y 14 artefactos explosivos.


La ejecución del operativo reveló una profunda descoordinación estratégica entre el gobierno estatal de Río y el gobierno federal. La operación fue planificada y ejecutada exclusivamente por la administración regional, sin el conocimiento previo del ejecutivo federal. El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, manifestó públicamente que el ejecutivo federal se encontraba "consternado" por el alto número de víctimas y que no había sido informado del despliegue. Esta ausencia de coordinación y el conflicto político subsecuente son elementos que, indirectamente, favorecen la operatividad de organizaciones criminales como el CV. La desarticulación entre agencias estatales impide la implementación de una estrategia de seguridad integrada que combine inteligencia federal, control fronterizo y acciones de interdicción financiera.


Referencias.


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El País. (2025, 30 de octubre). El Comando Vermelho, un grupo carioca volcado en el narco con 30.000 hombres y en expansión.

EFE/Swissinfo. (2023, 5 de diciembre). Desmantelada una trama internacional que vendió 43.000 armas a bandas criminales en Brasil.

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Infobae. (2025, 29 de octubre). Violencia en Río de Janeiro: La lucha sangrienta entre policías, narcos y milicias mantiene en vilo a una ciudad fragmentada.

Infobae. (2025, 30 de octubre). Hallaron un fusil FAL de las Fuerzas Armadas argentinas entre las armas secuestradas al Comando Vermelho en Brasil.

Infobae. (2023, 5 de diciembre). Operación Dakovo: las autoridades de Brasil y Paraguay desmantelaron una poderosa red de tráfico de armas..

Infobae. (2025, 30 de octubre). Todo lo que se sabe de la "Operación Contención" policial más letal de Brasil, que dejó más de 100 muertos en Río de Janeiro.

López-Vallejo, E., & Fuerte-Celis, L. (2021). Gobernanza híbrida, violencia urbana y legitimidad en tiempos de pandemia: El caso del Comando Vermelho en el Complexo do Salgueiro, de Río de Janeiro, Brasil. Revista Criminalidad, 63(2).

Organización de los Estados Americanos (OEA). (s.f.). Informe de Evaluación sobre el Control de las Drogas. Brasil.

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