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Foto del escritorLuisina Porchietto

Misión oficial de Milei a la Antártida: ¿Agenda ambiental?


Luisina Porchietto

Área de Democracia y Fundraising FNGA



 A pesar de sus polémicas declaraciones sobre el cambio climático, Milei visitó la Antártida para anunciar un programa de investigación sobre contaminación marina por plásticos. 


El pasado 6 de enero el Presidente de la Nación, Javier Milei, visitó dos de las bases argentinas en la Antártida: Marambio y Esperanza. La visita se realizó junto a una gran comitiva, integrada por los ministros de Defensa y del Interior, Luis Petri y Guillermo Francos, respectivamente; la canciller Diana Mondino, la Secretaria General de Presidencia, y hermana del presidente, Karina Milei; y el Director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas, Rafael Grossi; quien es diplomático argentino.


El principal mandatario emprendió la visita oficial con motivo del lanzamiento de un “programa de ciencia antártica” relacionado a la investigación sobre contaminación marina por plásticos. La iniciativa se denomina NUTEC Plastics y, según su página oficial, reúne a países y asociados de todo el mundo con el objetivo de combatir la contaminación “en dos frentes”: en el punto de origen, con la introducción de nuevas tecnologías para mejorar la instancia de reciclaje de los plásticos, y sobre todo en el océano, ya que allí acaban la gran mayoría de los residuos plásticos de un solo uso, generando daños en todo el ecosistema acuático.


Tal como indican fuentes oficiales gubernamentales, las actividades del programa incluyen la organización de misiones de expertos y capacitaciones para la toma y análisis de muestras, además de apoyo logístico para facilitar el acceso del personal científico a la Antártida, como así también publicaciones y mejoras prácticas en el ámbito de la cooperación.


De esta manera, serán dos científicos de la OIEA quienes viajarán durante un mes al continente blanco para reunir muestras de agua, sedimento y heces de pingüinos. El grupo de investigación podrá evaluar el impacto de los microplásticos, investigando su presencia y distribución en el agua de mar, los lagos, los sedimentos, la arena, el agua de descarga y los animales del ecosistema antártico en los alrededores de la base argentina de investigación científica Carlini.


Interés internacional por la Antártida


Todas estas acciones futuras fueron enmarcadas, además, a nivel internacional, dentro del Tratado Antártico. El mismo fue firmado por 63 países en 1959 con el objetivo de preservar el suelo del continente más frío del mundo tanto de ensayos armamentísticos y nucleares como de residuos radiactivos. El Tratado reconoce que la Antártida debe utilizarse exclusivamente para fines pacíficos y que no debe llegar a ser escenario u objeto de discordia internacional.


Además, con la firma de dicho documento, países como Argentina, Australia, Bélgica, Chile, la República Francesa, Japón, entre otros 12 signatarios, se comprometen a la resolución de controversias por medios pacíficos y a la cooperación científica libre.


En este sentido, el Presidente Milei declaró al respecto de la visita que “el ejercicio de la ciencia, la cooperación y la preservación del medioambiente antártico son ejes prioritarios de la política exterior antártica” del actual gobierno. Por su parte, Grossi describió a la misión como “pionera y emblemática”.


Los microplásticos y su impacto en la contaminación antártica


El Organismo Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas sostiene que la presencia de microplásticos puede acelerar la pérdida de hielo en la Antártida, teniendo en cuenta que reduce la reflectancia del hielo, altera la rugosidad de la superficie, estimula la actividad microbiana, actúa como aislante térmico y contribuye al debilitamiento mecánico de la estructura del hielo. A esto se deben sumar los efectos del cambio climático, que agrava la situación de deshielo polar en la Antártida, y la entrada de microplásticos en la cadena alimentaria de los organismos antárticos, que perjudica su salud y pone en peligro su subsistencia.

Es por ello que NUTEC Plastics pretende generar datos científicos precisos que constituyen información importante para formular medidas y políticas de mitigación y eliminación de plásticos.


¿Un proyecto define una agenda ambiental?


Numerosos medios de comunicación han enmarcado entonces la decisión de llevar adelante este proyecto en la Antártida dentro de la agenda ambiental del actual gobierno. Esta visión puede ser, sin embargo, un tanto polémica. 

Si bien el tema ambiental fue tenido en cuenta a la hora de conformar el nuevo gabinete, ésta nueva gestión lo redujo desde el rango ministerial al rango de Subsecretaría. De esta manera, ha quedado en la órbita de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes del Ministerio del Interior, a cargo del Ministro Guillermo Francos. La encargada de llevar adelante dicha subsecretaría es la abogada Ana María Vidal, especialista en derecho ambiental, designada a través del Boletín Oficial el pasado 15 de enero. 


En estas condiciones, las políticas ambientales adquieren menor relevancia, menor personal y menor financiamiento. Además, las modificaciones regresivas de la legislación ambiental presentes en el Proyecto de Ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que se debatirá el próximo martes 30 de enero en Diputados, y en el mega DNU que se encuentra vigente tras sólo un mes de mandato, son otra clara muestra de que la protección de la naturaleza y los recursos naturales de Argentina no es un objetivo central del gobierno libertario. 

Cabe recordar que el posicionamiento del Presidente Javier Milei durante la campaña fue claro, y fue además resaltado en el Foro Económico Mundial en Davos el 17 de enero: para él, el cambio climático no existe, y las acciones humanas no dañan el planeta. En sus palabras, “el conflicto del hombre con la naturaleza es algo que sostiene el socialismo”.


Es posible que tanto los reclamos de la sociedad civil en los debates nacionales, como la búsqueda de financiamiento internacional y las restricciones ambientales paraarancelarias que están imponiéndose en el resto del mundo puedan generar una mayor apertura del gobierno con respecto a los temas ambientales. Por el momento, un proyecto, aunque interesante y necesario, no puede ser considerado suficiente como para marcar interés en la agenda ambiental por parte de los actuales representantes.


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