En una coyuntura en la que el triple impacto va ganando importancia en el mundo empresarial, ¿qué opciones de financiamiento hay en Argentina, y particularmente en la ciudad de Rosario, para proyectos con perspectiva ambiental?
La buena voluntad de llevar adelante proyectos, reformas estructurales y cambios en adaptación y mitigación frente al cambio climático muchas veces se ve impedida o pospuesta por la falta de fuentes de financiamiento. La carencia de recursos sirve como excusa para no concretar las reformas necesarias en todos los ámbitos, tanto públicos como privados. Si bien en Argentina la problemática aún está siendo abordada de forma incipiente, y queda mucho por mejorar, existen ciertas opciones que permiten acceder al crédito por parte de distintos bancos para llevar a cabo acciones de beneficio ambiental.
Desde el ámbito público, recientemente el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y el Banco de la Nación Argentina (BNA) publicaron la creación de una línea de financiamiento para la transición ecológica en empresas. Esta línea tendría el beneficio de obtener una bonificación en la tasa para proyectos de naturaleza privada para “reconstrucción de estructuras productivas, minimización de impacto ambiental, implementación de medidas para mejorar la eficiencia en el uso de recursos y mitigación o remediación de pasivos ambientales resultantes de la propia actividad”. Cabe aclarar que los sujetos beneficiados serán sólo micro, pequeñas y medianas empresas que tengan en su haber el certificado MiPyME y sean clientes del BNA. Los fondos para subsidiar dichas bonificaciones serán aportados por el Ministerio, luego de la aprobación de los proyectos por ambas partes.
Asimismo, el Banco Nación ya cuenta con una línea de créditos destinada a “Proyectos estratégicos” de medianas empresas, que entre sus objetivos tengan impacto local y/o regional, cuidado del medioambiente, incorporación o impulso a energías renovables. Estos préstamos van desde $70.000.000 hasta $1.000.000.000 con garantía determinada por la calificación crediticia.
Por otro lado, el Banco Municipal de Rosario posee una línea de “Impacto ambiental” que incluye como beneficiarios a PyMEs con certificados, así como también consorcios, asociaciones y otras empresas. Para la primera categoría, el monto para inversiones en capital de trabajo (mejora en la gestión ambiental de establecimientos industriales, comerciales y/o de servicio) es de hasta 30.000.000 de pesos a devolver en hasta 12 meses. Para la segunda, el financiamiento es para inversión productiva (mejoras para reducir el impacto ambiental proveniente del funcionamiento del establecimiento en general) y el monto es de hasta 10.000.000 de pesos a devolver en hasta 24 meses. De igual forma, el Banco posee una línea de “Impacto ambiental hogar”, destinada a otorgar préstamos de hasta 10.000.000 a reintegrar en 24 cuotas para adquisición de equipos para tratamiento de residuos o energía renovable de uso domiciliario.
En cuanto al sector bancario privado, en el año 2019 fueron 18 los bancos que firmaron el “Protocolo de Finanzas Sostenibles de la Industria Bancaria en Argentina”. En este documento se plantean cuatro estrategias (Institucionalización de Políticas de sostenibilidad dentro de cada entidad, Productos Financieros Sostenibles, Análisis de riesgos ambientales y sociales y Promoción de procesos internos en materia de Sostenibilidad), que tienen como objetivo “facilitar y fomentar en entidades financieras de Argentina, la implementación de las mejores prácticas y políticas internacionales que promuevan una integración entre los factores económico, social y ambiental, para encaminarse hacia un Desarrollo Sostenible”. La iniciativa fue impulsada por BID Invest y Fundación Vida Silvestre Argentina y cuenta con el respaldo de ABA (Asociación de Bancos de la Argentina), ABAPPRA (Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina) y ADEBA (Asociación de Bancos Argentinos), entidades que se adhirieron al protocolo como “Testigos de Honor”.
Entre los bancos que avalaron este documento se encuentran los bancos privados más grandes del país: Banco Galicia, Banco Santander, Banco Macro y Banco HSBC, entre otros. También firmaron el protocolo bancos públicos como el Banco Nación, el Banco Provincia y el Banco Ciudad. Varios de estas entidades bancarias ya lanzaron acciones concretas en pos de cumplir con el compromiso asumido.
Por ejemplo, el Banco Santander cuenta con una “Línea Sustentable” para financiar proyectos que tengan como finalidad la disminución del impacto ambiental en la actividad corriente de PyMEs y empresas. Asimismo, el Banco HSBC cuenta con dos herramientas de financiación: Créditos Verdes y Green Leasing. La primera está disponible para el financiamiento, total o parcial, de Proyectos Verdes elegibles. Los créditos verdes son similares a los préstamos tradicionales, pero deben estar adecuados a los Principios de Créditos Verdes (GLP, por sus siglas en inglés), que fueron lanzados por la Loan Market Association en marzo de 2018. La segunda, el Green Leasing, es una forma de acceder a bienes de capital con destino verde sin necesidad de inmovilizar capital, utilizándolos durante un lapso determinado en modo alquiler, con la opción de comprarlos y adquirirlos definitivamente. Con esta opción no sólo se obtienen ventajas económicas y financieras, sino también de índole impositivas. Esta herramienta cuenta con una financiación hasta del 100% del bien a adquirir (paneles solares, aerogeneradores, maquinarias para reciclaje, y bienes similares), en pesos, con un plazo de hasta 60 meses.
Estos instrumentos son esenciales para impulsar cambios positivos, tanto en el sector empresarial como en el doméstico. La banca tiene la gran responsabilidad de constituirse en el canal proveedor de financiamiento para proyectos que busquen reducir el impacto ambiental y el cambio climático. El triple impacto (social, ambiental y económico) es una estrategia empresarial que está ganando adeptos, ya sea por convicción o por reputación y publicidad de la empresa. La producción y el cuidado del ambiente no sólo no son contradictorios, sino que a través de este tipo de herramientas que proveen los bancos y entidades de financiamiento en todo el mundo pueden complementarse para producir bienes y servicios que no deterioren la capacidad productiva en el futuro.