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Carta abierta a los negacionistas

Foto del escritor: Diego SueirasDiego Sueiras

Entendemos por negacionista a aquellos que desestiman la información o la observación empírica con el objeto de evadir una verdad incómoda.


Los negacionistas arguyen que la causa verde representa una conspiración de fuerzas que obedece a los intereses de una ideología o de una revolución esotérica. A diferencia de los terraplanistas cuya ignorancia resulta inofensiva, los negacionistas, voluntaria o involuntariamente, terminan por beneficiar a lobbys que por avaricia destruyen nuestro planeta, como son los productores de combustibles fósiles.


Si la transición a un modelo más sostenible se encuentra estancada es porque existen agentes que se llenan sus bolsillos a costa de los negacionistas fieles a una ortodoxia que, como toda ortodoxia se convierte en exegeta y, en definitiva, pueden llegar a transformarse en una destrucción mesiánica.


El negacionismo penetra en la sociedad desde todos los frentes. Puede manifestarse desde un docente en un colegio o un periodista en un medio de comunicación, hasta incluso en candidatos a la presidencia, a la gobernación o en miembros del Poder Judicial.


A continuación, me remito solo algunos de los datos irrefutables, científicamente comprobados para combatir la desinformación y la ignorancia o desenmascarar a los responsables de un ecocidio en masa.

Desde la Revolución Industrial:

  • La cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó un 40%, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.


  • La misma agencia, determinó que el área cubierta por hielo marino en el Ártico al final del verano se ha reducido en un 40% desde 1979.


  • De acuerdo al último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), la temperatura terrestre global ha aumentado más desde 1970 hasta 2020 que durante cualquier otro período de 50 años.


  • The Ocean Cleanup, informa que anualmente llegan a los océanos 1 millón de toneladas de plástico, las cuales se acumulan en 5 islas. La mayor de ellas triplica el tamaño de Francia. Esto provoca serias consecuencias en los ecosistemas y seres vivos que lo habitan, como el plancton, responsable de secuestrar entre 30 % y 50 % de las emisiones de dióxido de carbono de la actividad antrópica.


  • El World Wildlife Fund (WWF) atestigua una disminución promedio del 69% en las poblaciones de especies desde 1970, cifra que se eleva al 94% en el caso de América Latina y el Caribe. Actualmente, la tasa de extinción de especies se estima entre 1,000 y 10,000 veces más alta que las tasas de extinción natural.


  • En esta misma línea, la Organización Mundial de la Salud precisó que el 99% de la población mundial respira aire que no alcanza el umbral mínimo de calidad por las exposiciones a altos niveles de sustancias contaminantes y nocivas para la salud humana. Una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación, una cifra que triplica la sumatoria de defunciones por sida, malaria y tuberculosis y multiplica por 15 las muertes ocasionadas por guerras, asesinatos y otras formas de violencia.

En el caso de nuestra Rosario, Santa Fe o Argentina, ser negacionista no sólo contribuye a la destrucción ecosistémica, sino que también atenta contra la generación de inversiones y de nuevos empleos. Quienes se incorporen al gobierno en los próximos meses deberán elegir entre dos caminos: el camino de la revolución verde o bien el camino de la contumacia de continuar estorbando la transición por necedad o por un interés particular, en detrimento de una gran oportunidad para poder desarrollarnos de forma estable, integral y sostenible.



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