En búsqueda de una taxonomía santafesina, que ordene y acompañe al sector productivo.
La taxonomía es un concepto que proviene de la biología, es un sistema de clasificación que agrupa elementos similares compuesto por una jerarquía de taxones anidados. Luego de mucho trabajo contra el cambio climático entre activistas y biólogos para preservar la biodiversidad, este término lo terminó adoptando la Unión Europea (UE) dentro de su Pacto Verde.
Taxonomía europea
El Pacto Verde Europeo (2021) es un paquete de iniciativas para transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna y eficiente en el uso de recursos, sin emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050. Luego de un intenso diálogo multiactoral entre diferentes sectores políticos e ideológicos, se ha creado un marco regulatorio que incluye el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, con tres objetivos principales:
Reorientar los flujos de capital hacia inversiones sostenibles.
Gestionar riesgos financieros relacionados con el cambio climático.
Fomentar la transparencia y el largo plazo en las actividades financieras.
La Taxonomía Europea es un sistema de clasificación establecido por la UE que determina si una actividad económica puede considerarse «sostenible» o «verde». Se estructura en base a seis objetivos ambientales que son: la mitigación del cambio climático, la adaptación al cambio climático, la prevención y control de la contaminación, la transición hacia una economía circular, la sostenibilidad y protección de los recursos hídricos y marinos; y la protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.
Una vez que una empresa, emprendedor o miembro del sector productivo se alinea a estos principios, puede dar el segundo paso a la taxonomía financiera de la Unión Europea. Este término se refiere a la aplicación de estos criterios de sostenibilidad ambiental en el sector financiero. Un ejemplo de esto es Siemens AG (Alemania), que en 2019 firmó un préstamo verde de €1.000 millones con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar proyectos de investigación y desarrollo de tecnologías limpias. Otras empresas que han obtenido beneficios, son los casos de Vestas Wind Systems A/S (Dinamarca), uno de los principales fabricantes de turbinas eólicas del mundo, Novozymes A/S (Dinamarca), empresa líder en biotecnología que desarrolla enzimas y microorganismos para diversas industrias, incluida la agricultura sostenible y los biocombustibles, y Enel SpA (Italia) que accedió a financiamiento verde para proyectos de energía renovable, redes inteligentes y almacenamiento de energía.
En búsqueda de una taxonomía santafesina
Desde la FNGA creemos que desarrollar un modelo de taxonomía propio de Santa Fe, tomando la experiencia europea pero adaptándola a nuestra realidad, es un camino que nos puede posicionar no solamente dentro de nuestro país, sino también a nivel regional. Esto desencadenaría un beneficio directo al sector productivo, ya que le permitiría acceder a beneficios económicos y financieros, tanto sea de nuestra provincia, como así también a nivel nacional e internacional para transformar la matriz productiva tradicional a una matriz sostenible.
Una de las claves del desarrollo es la construcción de una estabilidad institucional que permita saber cuáles son los objetivos a largo plazo de un Estado, que se mantengan más allá del color político de los distintos gobiernos. En este marco estable, se podría desarrollar una estrategia de inteligencia comercial verde, la cual se podría convertir en una ventaja comparativa para ingresar a nuevos mercados, y fundamentalmente luchar contra el cambio climático y el cuidado ambiental.