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La FNGA junto a la UCA organizaron el seminario: Herramientas para el financiamiento de inversiones

El pasado jueves 12 de mayo se desarrolló de manera tanto virtual como presencial, el curso “Herramientas para el financiamiento de inversiones y empleos verdes”, en la sede de la UCA Rosario.


Dicho encuentro fue organizado por la Fundación Nueva Generación Argentina (FNGA) y la Universidad Católica Argentina (UCA) sede Rosario; en base al proceso de cooperación que ambas instituciones llevan adelante, originado en el acuerdo firmado por las mismas en el año 2021, el cual consiste además e trabajar de manera conjunta en torno a diversos ejes, entre ellos, el ambiental.

Oradores de distintas partes de la provincia de Santa Fe y el país se hicieron presentes para contar sus experiencias y propuestas en torno a la generación de bonos y empleos verdes, una temática en auge que busca utilidades financieras que generen, a la vez, beneficios ambientales. Con más de 70 inscriptos, el evento fue presentado y coordinado por Milagros Baraldi, la Coordinadora de Ambiente y Cambio Climático de la FNGA. En representación de UCA Rosario, pronunció unas palabras el Director de la carrera de Ingeniería Ambiental, Javier Gómez Insausti.


El rol de las ONG y la trayectoria de la FNGA

Luego de la introducción, el ciclo de charlas comenzó con la presentación del presidente de la FNGA, Diego Sueiras, quien realizó una exposición sobre la trayectoria de la Fundación en torno a la temática ambiental, la cual, como explicó, tiene más de 32 años. Para Sueiras, los discursos de los tomadores de decisiones en los ámbitos claves de discusión, como lo son las Conferencias de las Partes de la Organización de Naciones Unidas (COP), demuestran interés y preocupación por el ambiente y el cambio climático, pero en la práctica las propuestas no son ejecutadas por falta de decisión política y/o, principalmente, por falta de financiamiento.


A lo largo de los años, la FNGA ha buscado generar redes y vínculos que puedan ampliar los campos de acción a nivel local, con impacto global. Finalmente, Sueiras habló de modificar las prácticas de los tomadores de decisiones financieros para evitar el colapso ecológico y utilizar los datos ambientales para generar resultados financieros positivos y ambiciosos.


Finanzas sostenibles: riesgos y oportunidades para Argentina

Continuó con la disertación Pablo Cortinez, Consultor en Finanzas Sostenibles de la Fundación Vida Silvestre. Para comenzar, Pablo explicó que la Fundación Vida Silvestre es una organización argentina que forma parte de la Organización Mundial de Conservación (WWF), que trabaja hace 40 años, junto con otros actores, para lograr un desarrollo sustentable en armonía con la naturaleza.

La WWF es una de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) más importantes a nivel internacional, ya que cuenta con, aproximadamente, 100 oficinas a lo largo del mundo. A su vez, trabaja en la práctica de finanzas sostenibles, introduciendo a los bancos de manera voluntaria en dicho proceso. Vida Silvestre, opera de la misma manera, entendiendo que gobernanza y financiación son dos pilares indispensables para la transición hacia una economía más baja en carbono.


Cortinez mencionó la importancia de tener en cuenta tanto los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030 como el Acuerdo de París firmado en 2015, donde se plasman no sólo las Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), sino también el artículo 2.1.c del Acuerdo, el cual menciona la necesidad de:

“situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero”.

De esta manera, Cortinez explica que las finanzas sostenibles buscan incluir en las finanzas tradicionales las cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Los bonos verdes se presentan como instrumentos de renta fija; consisten en un préstamo que está en la bolsa y se puede comprar y vender, y su destino final es financiar o refinanciar proyectos, en forma total o parcial, con beneficios sociales y/o ambientales. Para el expositor, es muy importante que se elija de forma correcta dónde será destinado el bono, cómo se administrarán los fondos del mismo y, sobre todo, que se lleve a cabo el posterior reporte de la inversión, para controlar que haya sido aplicada al objetivo asignado y que haya dado los resultados beneficiosos pretendidos.


De no cumplir con los pasos de control, se corre el riesgo de que las entidades emisoras de dichos bonos estén realizando “greenwashing”, es decir, declarando que quieren contrarrestar sus impactos ambientales, pero solo para mantener una imagen sustentable superficial. Con respecto a la situación en Argentina, Pablo comenta que solo dos provincias de nuestro país han emitido bonos verdes, lo cual para él representa un atraso, teniendo en cuenta que el financiamiento sustentable ha crecido altamente año tras año.


Es por este motivo que, a través de Vida Silvestre, se ha trabajado para lograr en 2019 el Protocolo de Finanzas Sostenibles de Argentina, una iniciativa voluntaria de la cual forman parte 18 entidades financieras con el apoyo de 3 Cámaras de Bancos, impulsados por Vida Silvestre y BID Invest. Esto ha logrado ampliar y consolidar la cooperación en temas ambientales y sociales entre las 21 entidades signatarias, quienes en conjunto representan más del 80% del crédito otorgado en el país. Para Cortinez, se observa una mayor demanda desde las empresas para incorporar aspectos ambientales y sociales, y las grandes compañías están dispuestas a acompañar estas decisiones.

Como conclusión, Pablo explicó que las finanzas sostenibles tienen que ver con el riesgo, pero también con la oportunidad. El riesgo está relacionado con las consecuencias negativas de no tener en cuenta, a la hora de invertir, los Criterios Ambientales, Sociales y de buen Gobierno (ASG). Las oportunidades, por otro lado, tienen que ver con aprovechar los recursos de manera óptima, para lograr la ampliación de la capacidad productiva en torno a la sustentabilidad en nuestro país.


Acción climática y deuda soberana: desafíos opuestos

José Fernández Alonso, es Director del Eje de Finanzas Verdes de la FNGA y debido a su formación no solo en economía y finanzas, sino también en Relaciones Internacionales, su charla tuvo un enfoque global. Planteó, en este sentido, dos crisis concurrentes de la actualidad: la crisis del cambio climático y la crisis de las deudas soberanas; las cuales, según su análisis, crean desafíos opuestos.


Fernández Alonso explicó que durante los últimos años el volumen de bonos verdes emitidos fue creciendo, lo que da cuenta de la mayor concientización de los agentes económicos a escala global para adquirir y vender estos instrumentos financieros orientados a la sustentabilidad. Sin embargo, este fenómeno también viene a contraponerse con la crisis de las deudas soberanas, que es cada vez más recurrente. De esta manera, los desafíos fiscales de los estados operan en contra de las ambiciones sustentables de los mismos, ya que, por ejemplo, no permiten el objetivo de mantener la temperatura global en menos de 1,5 C°.


El orador plantea entonces que es necesario vincular estas dos crisis a través de diferentes instrumentos dentro del sistema financiero. Hay que redoblar los esfuerzos de educación financiera entre los diferentes actores de la sociedad, ya que las transformaciones no suceden de forma espontánea sino que se dan a través del intercambio de saberes entre profesionales, tomadores de decisiones y, fundamentalmente, la población en general.
Nativas: proyecto de triple impacto con bonos de carbono

María Cecilia Mijich representante de la empresa Nativas, planteó su exposición desde la experiencia de una empresa privada rosarina, WareCloud. Si bien se trata de una empresa de tecnología, su propuesta tiene que ver con el desarrollo de negocios de modelos de triple impacto, y con la posibilidad de que existan cada vez más empresarios que entiendan que no solo se puede hacer dinero a través del extractivismo y de los modelos productivos que hoy rigen las normas del mercado, sino también a través de proyectos que tengan en cuenta la importancia del ambiente y que se relacionan con la lucha por la desigualdad social.


Mijich explicó que Nativas surge por la alta preocupación por la deforestación en nuestro país, la medición de huella de carbono de muchas empresas y el interés de WareCloud en ser una empresa de carbono neutro. En este sentido, surgió la idea de los bosques corporativos, los cuales se compran para reforestar e intentar contrarrestar la huella de carbono de una empresa. De esta manera, el proyecto “Nativas” se orientó hacia reforestar la provincia de Santa Fe, para lograr la recuperación de los bosques nativos y restaurar áreas protegidas de la región. Cada hectárea plantada tiene definido, mediante rigurosos estudios, cuánto dióxido de carbono absorbe, para luego ser tokenizada y colocada en el mercado de monedas virtuales.

De esta manera, la empresa puede comercializar sus tokens de carbono a través de un mercado virtual de tipo blockchain. Los protagonistas de estas transacciones son los bonos de carbono: instrumentos econ


ómicos y de mercados, creados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sabiendo que cada uno equivale a la reducción de 1 tonelada de dióxido de carbono enviado a la atmósfera. Mijich destacó además el impacto social de la organización, ya que crea empleos verdes a través de los viveros “Nativas”, cuya mano de obra son personas en situación de vulnerabilidad que viven cerca de los bosques de reforestación.


Así Mjich concluyó con la explicación del proyecto de triple impacto, que con la ayuda de profesionales sobre el ambiente y empresarios predispuestos a la cooperación, logró reducir la huella de carbono, comenzar a reforestar nuestra provincia y darle empleos verdes a quienes más lo necesitan.


El caso santafesino de finanzas verdes

El último expositor fue Marcelo Leonardelli, ingeniero químico (UNL), gerente general de SLB Ingeniería y Solamb SRL, una empresa de gestión integral de residuos sólidos y líquidos. Loenardelli comentó su experiencia en SOLAMB, una empresa radicada en Timbúes, Santa Fe, que cuenta con una planta de tratamiento de residuos químicos orgánicos con producción de biogás, y otra planta de compostaje y tratamiento de sólidos.


Destacó que estas plantas no poseen tecnología impuesta, sino una tecnología hecha en Santa Fe y con capitales santafesinos. Además, la empresa tiene una mirada no solamente económica, sino una mirada social con fuerte hincapié en la inclusión. El orador explicó su experiencia con las herramientas de financiamiento que existen hoy en día, especialmente la NR no reembolsable, un crédito estatal para desarrollar un proyecto, que en su caso fue utilizado para medir la producción haciendo la línea de base de la huella de carbono.


En conclusión, este tipo de instancias de capacitación e intercambio son claves para poner en agenda un tema que va a tomar cada vez más protagonismo para los empresarios y gobernantes.

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