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Más de 200 jóvenes conectaron con emprendedores de Triple Impacto en Rosario

Miembros del programa Joven Argentina ejecutaron el proyecto del Fondo Jóvenes en Acción Climática a través de un evento en la UCA.



El 15 de octubre, el auditorio de la Pontificia Universidad Católica Argentina fue escenario del evento “Aprender a Emprender: Triple Impacto en Rosario”, organizado por jóvenes del Programa Joven Argentina 2024 de la Fundación Nueva Generación Argentina. Ignacio Polenta, Mateo Corrado, Luisina Porchietto, Bruno Mel, Ana e Ignacio Rossi, Shirley Campbell, Santiago Sosa y Josefina Blasco Firpo lideraron esta iniciativa, que reunió a más de 200 jóvenes interesados en modelos de negocio sostenibles. Además, “Aprender a emprender” fue un espacio de concientización ambiental, ya que no generó residuos y compensó su huella de carbono gracias a la colaboración con TEKO, una startup local.


La jornada contó con tres paneles en los que participaron oradores nacionales e internacionales. Entre el público, se encontraban autoridades municipales y miembros de instituciones y clubes deportivos locales. La Subsecretaria de Cambio Climático y Transición Ecológica Justa de Rosario, Pilar Bueno Rubial, abrió el evento destacando la planificación estratégica que la ciudad realiza para enfrentar el cambio climático.


En el primer panel, “Clubes verdes: transformando comunidades con sostenibilidad”, Diego Sueiras, Presidente de FNGA, presentó el programa “Clubes Verdes”, el cual busca asesorar a clubes rosarinos en prácticas sostenibles. FNGA ya ha trabajado con el Jockey Club de Rosario y espera extender el proyecto a otros clubes de barrio. Desde España, Rafael Muela, de la Fundación Real Betis Balompié, relató cómo la iniciativa “Forever Green” convirtió al Real Betis en el primer club de fútbol en neutralizar su huella de carbono. Muela resaltó cómo la sostenibilidad aporta beneficios sociales y económicos, desde mejorar la imagen hasta fidelizar socios.


El segundo panel denominado “Proyectos emergentes y oportunidades de financiamiento” estuvo a cargo de Juan Pablo Orlov, Associate en GRIDX, una compañía que financia y escala startups biotecnológicas en salud, agricultura y energía. Junto a él, Cecilia Cavedo y Daniel Galilea de TIIC (Transformar e Innovar la Industria de la Construcción) discutieron sobre cómo sus organizaciones conectan innovadores y empresas, ofreciendo financiamiento y soporte técnico. Este panel destacó cómo la biotecnología y la construcción abren oportunidades de innovación y financiamiento, generando soluciones para desafíos actuales.


El último panel, “Más allá del beneficio económico”, reunió a emprendedores de proyectos de triple impacto. Guillermina Rava, de Ecomond, presentó su mochila biodegradable con panel solar y la “mochiluz”, que mejora la vida de estudiantes desfavorecidos. Martín Vázquez contó la historia de Qualia Eyewear, fabricante de anteojos de plástico reciclado del mar. También participaron Matías Paladino y Camila Rivero López de Unplastify, empresa que ayuda a modificar el consumo de plásticos, e Iván Pavelic, fundador de Suahili Global, que desarrolla productos de moda con materiales difíciles de reciclar y promueve “Barrios Adentro”, una iniciativa social para comunidades vulnerables.


Por último, Tomás Machuca, un joven de 22 años, compartió su experiencia como fundador de Fenikks, una empresa que convierte tapitas de plástico en canilleras de fútbol, promoviendo el reciclaje en clubes deportivos.


Evento sostenible


Durante la planificación y realización del evento, se implementaron diversas estrategias orientadas a minimizar la huella de carbono y promover prácticas más sostenibles. Entre ellas, se encuentran la promoción de movilidad sustentable, ya que se incentivó a los asistentes a utilizar medios de transporte sustentables (bicicletas, transporte público o compartir vehículos), y se organizaron sorteos entre quienes adoptaron estas alternativas. Como premio, se entregaron composteras, incentivando aún más las prácticas sostenibles en los hogares.


También se eliminaron los plásticos de un solo uso en el evento mediante la entrega de vasos reutilizables, reduciendo considerablemente la generación de residuos y concientizando a los asistentes sobre la importancia de evitar productos desechables. Se decidió no entregar merchandising de un solo uso, ya que solo se entregaron los mencionados vasos reutilizables, los cuales se utilizaron para el catering y luego cada asistente pudo llevarlo a su casa para uso cotidiano.


El catering fue sin residuos y local. Se optó por un servicio de comida que no generara residuos, cuidando tanto los tipos de alimentos ofrecidos como la forma de servirlos, evitando envases desechables. Además, se seleccionó como empresa prestadora del servicio una cooperativa de trabajo, cuyos insumos provienen de una huerta agroecológica de Rosario, lo que reduce el transporte e impulsa la economía local.


En esta misma línea, también hubo una correcta estimación de porciones, ya que se calculó adecuadamente las cantidades de alimentos ofrecidos para disminuir el número de emisiones, recursos y desechos producidos. Aquellos alimentos que no fueron consumidos fueron luego distribuidos a la Asociación Civil “Me Llaman Calle”, quienes acompañan a personas en situación de calle e infancias vulnerables. 


En cuanto a la temática de residuos, se implementó un sistema de separación de residuos en origen, con puntos específicos de recolección para reciclables, orgánicos y desechos generales. Esto permitió reducir la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios.


El rol de la comunicación y concientización fueron claves, dado que antes y durante el evento, la Fundación Nueva Generación Argentina con la ayuda de TEKO se pusieron como objetivo central concientizar a los asistentes sobre la importancia de reducir las emisiones. 


Plantación colaborativa de árboles 


Si bien la huella fue reducida al máximo posible, fue fundamental poder compensar las emisiones. Para ello, luego del evento se llevó a cabo una plantación de seis especies nativas en la escuela Dr. Luis María Drago, ubicada en la ciudad de Rosario. Esta actividad involucró a 50 estudiantes, quienes, guiados por profesionales de Teko y miembros de la FNGA, aprendieron sobre la importancia de los árboles en nuestras vidas y cómo plantarlos adecuadamente. Posteriormente, los chicos se organizaron en grupos para plantar cada árbol, fomentando así una conexión directa con la acción y una mayor conciencia ambiental.


Para complementar la compensación de emisiones, se adquirieron bonos de carbono de proyectos certificados. El proyecto de reforestación seleccionado se centra en la forestación de pastizales degradados en el este de Uruguay, abarcando un total de 18.988 hectáreas.


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