Actualmente, la comunicación juega un rol fundamental en la crisis climática que enfrenta el mundo. ¿Cómo evitar la desinformación y cooperar?
Por Triana Callegari
En el contexto actual, resulta esencial que el trabajo llevado adelante por comunicadores y periodistas, pueda llegar a la población de una forma que sea entendible. El lenguaje técnico que es propio de esta problemática, es complejo y específico, lo que dificulta la transmisión de un mensaje que evidencie la realidad que enfrentan los pueblos del mundo.
De esta manera, es importante que las diversas voces al respecto tengan su lugar, traducir la complejidad de la crisis climática y acercar la información a las audiencias en su propio lenguaje.
La evidencia científica que se pueda publicar cobra gran relevancia, porque le otorga solidez a la noticia y respaldo. Sin embargo, también existe el desafío de interpretar el complejo contexto político y económico en el que ocurren los hechos, que al mismo tiempo refleja cómo les afecta a las personas en su vida cotidiana y de qué modo pueden hacerle frente al cambio climático.
En este punto, cabe destacar que los ciudadanos ven la incidencia de los cambios climáticos en sus vidas, y además se interesan por saber cómo hacerles frente y reducir los efectos negativos. Así, la tarea de la comunicación se vuelve importante, ya que la sociedad es consciente de la existencia de una corresponsabilidad para informarse y poder actuar.
En la lucha frente al cambio climático, el éxito del proceso depende también de una información veraz. Es así que la tarea de periodistas y profesionales de la comunicación es fundamental para alzar la voz e informar sobre la situación del planeta.
¿Cómo comunicar las noticias sobre el cambio climático?
El primer paso es no caer en tecnicismos que puedan agobiar a los lectores y a la sociedad en general, dejándolos sin la claridad de lo que en verdad está ocurriendo. Otro punto importante es buscar las historias detrás de las problemáticas relacionadas con el clima. Muchas veces son más atractivos los relatos en primera persona, que cuentan lo que está sufriendo alguien en particular o un grupo de personas, en vez de abordar hechos generales.
Otro de los desafíos es encontrar los espacios para comunicar la realidad de la crisis climática. En este punto, es importante que periodistas y comunicadores no bajen los brazos y busquen la manera de hacerse escuchar.
Además de contar historias particulares, que se puedan relacionar a la crisis climática, se pueden vincular las noticias sobre cambio climático a la situación económica en particular de una región. Vincular los temas, demostrando la relación que existe entre ambiente y todos los sectores de la sociedad, puede ser una buena forma de encontrar los espacios para comunicar la realidad de esta crisis.
Desinformación: la enemiga principal de la crisis climática
Actualmente, la globalización de la información trajo innumerables beneficios para las comunidades. Sin embargo, en lo que respecta al cambio climático, la desinformación y la información errónea están muy generalizadas. De esta manera, evitar caer en estos errores comunes se convierte en uno de los principales desafíos a la hora de comunicar.
Uno de los principales problemas con los contenidos falsos o engañosos, es que distorsionan la percepción acerca de la ciencia sobre el cambio climático y sus soluciones. Además, crean confusión y perjudican a quienes desean involucrarse. La realidad de un problema que ya está ocurriendo. “La retórica y la información errónea sobre el cambio climático y el deliberado menoscabo de la ciencia han contribuido a percepciones falsas del consenso científico, incertidumbres, a una urgencia y riesgo ignorados, y a la disensión", de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático.
Sin dudas, abordar la comunicación sobre el cambio climático trae abundancia de oportunidades, no sólo para demostrar lo que está ocurriendo, sino para que las comunidades tengan la oportunidad de comprender su importancia, pasar a la acción y estar preparados para los desafíos.