A tan solo 10 días de las elecciones presidenciales en Ecuador, Fernando Villavicencio, uno de los aspirantes, fue asesinado tras finalizar un acto de campaña en Quito. Guillermo Lasso, Presidente del país, repudió de inmediato los hechos sucedidos y declaró emergencia nacional.
El exdiputado recibió una ráfaga de aproximadamente 40 disparos al salir de un acto en el colegio Anderson de la capital; algunos de sus acompañantes también resultaron heridos. Su fallecimiento fue confirmado en la Clínica de la Mujer, a donde fue trasladado, y la Fiscalía de Ecuador informó después que uno de los sospechosos del ataque también murió, tras haber resultado herido en el cruce de balas.
Aunque Villavicencio no contaba con una larga trayectoria en cargos políticos, contaba con recorrido con su labor como periodista y su compromiso con el combate a la corrupción, temática que sostuvo durante su tiempo en la Asamblea Legislativa. Por otro lado, el lema de Movimiento Construye (partido del que se encontraba al frente luego de que Lasso haya adelantado el llamado a elecciones para agosto de este año) es Es tiempo de valientes, y sostenía que Ecuador se había convertido en un “narcoestado”
La propuesta del partido se basa en un enfoque “multidimensional” para combatir la violencia, en donde la seguridad no se basa solamente en la ausencia de delitos o violencia. Es decir, que la solución al estado actual de Ecuador abarca otros aspectos tales como “la seguridad ciudadana, la seguridad alimentaria, la seguridad económica, la seguridad ambiental y la seguridad sanitaria". Asimismo, siendo uno de los ocho candidatos presidenciales, se había comprometido a enfrentar al lavado de dinero, la minería ilegal y la corrupción en el sector petrolero, asuntos que venía denunciando como periodista.
Anteriormente, en una entrevista con CNN en español, Villavicencio declaró que "Hoy Ecuador está tomado por Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa y también la mafia albanesa. Es decir, queda claro para América Latina, lo mismo que en Colombia y en México, que no es posible que el narcotráfico se instale en una sociedad y la someta sin el contubernio y la connivencia del poder político".
No es la primera vez
En el mes de julio, el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, fue asesinado mientras visitaba una obra, hecho que fue calificado por las autoridades como un atentado. Adicionalmente, Rinder Sánchez, candidato a diputado por la provincia de Esmeraldas, fue baleado cuando supuestamente quisieron robarle su auto, y en el mes de febrero dos aspirantes a alcalde murieron en sendos atentados.
Al mismo tiempo, desde el asesinato de Intriago, hubo un brote de violencia en las cárceles ecuatorianas. El día 22 de julio en el Centro de Privación de Libertad Guayas No 1, ubicado en Guayaquil, la segunda ciudad más poblada y donde está el puerto más importante de Ecuador, ocurrió un enfrentamiento entre los reclusos que dejó un saldo de 31 muertos y necesito de una intervención de 2.700 policías y militares para restaurar el orden y poner fin a los incidentes. Según organizaciones como Human Rights Watch, los recurrentes episodios de violencia en las prisiones han dejado alrededor de 400 muertos desde el año 2021. Cabe destacar que La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha reclamado de las autoridades ecuatorianas que combatan el hacinamiento carcelario, por considerar que incentiva la violencia y el surgimiento de actividades ilícitas como la extorsión a presos por parte de bandas organizadas.
Narcotráfico y crimen organizado
Las provincias más violentas de Ecuador son Esmeraldas, Guayaquil y Manta, que no casualmente poseen los principales puertos del país, elemento sumamente codiciado por los criminales y principalmente narcotraficantes.
“La principal problemática del Ecuador en relación con la geopolítica del narcotráfico está dada por su ubicación territorial junto a Colombia y Perú, principales productores de cocaína en el mundo, así como por la debilidad en los controles integrados de frontera que facilitan el ingreso de droga que posteriormente es transportada a puntos estratégicos del perfil costero y Guayaquil”, declaró la Policía Nacional de Ecuador en un informe publicado en julio.
El escaso control por parte del Estado facilita la salida aérea y marítima, por lo cual la formación de organizaciones criminales nacionales y el arribo de otras internacionales se ha visto favorecido en los últimos años y desde 2019 las cantidades de droga incautada en el país sudamericano casi se han triplicado, al pasar a 201 toneladas frente a las 79,5 de cuatro años antes, según el reporte. A la par, la tasa de homicidios pasó de 1.088 en 2019 a 4.761 el año pasado y las autoridades sostienen que el 80% de estas muertes están relacionadas con el narcotráfico. Para ampliar las estadísticas, Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes.