THE LINE, una ciudad futurista en Arabia Saudita promete dar solución a los grandes desafíos a los que actualmente se enfrenta la humanidad.
Las Naciones Unidas estiman que la población mundial podría llegar a 8.500 millones de personas en 2030, 9.700 millones en 2050 y 10.400 millones para el 2100. Ante esta realidad, Arabia Saudita, país que espera que su población se triplique en los próximos 30 años, ha presentado una propuesta revolucionaria a fin de desarrollar nuevas formas de civilizaciones y proporcionar una respuesta al problema del crecimiento demográfico inminente: NEOM.
El nombre del proyecto proviene del prefijo neo, que significa "nuevo" en griego, y de la inicial de la palabra árabe "mostaqbal", que se traduce como "futuro". Esta iniciativa consiste en la construcción de un nuevo espacio urbanizado en la región noroeste del Reino de Arabia Saudita, con el objetivo principal de establecer un novedoso modelo económico sostenible para el país y para el mundo, poniendo en primer lugar a los humanos y preservando el 95% del ambiente circundante destinado a NEOM. Este territorio estará compuesto por diversas regiones, como OXAGON, una ciudad de innovación y fabricación reinventada; TROJENA, un destino mundial de turismo de montaña; SINDALAH, un resort isleño de lujo y; THE LINE, la llamativa ciudad lineal.
Una de las peculiaridades de NEOM es su innovadora ciudad THE LINE, en la cual se prevé albergar a 1 millón de personas entre 2026 y 2030, y llegar a una meta de 9 millones en 2045, en una superficie de tan solo 34 kilómetros cuadrados. Para dimensionar la ambición del proyecto, basta compararlo con el departamento de Rosario, donde viven, según el censo de marzo de 2022, 1.342.619 personas en 1.890 kilómetros cuadrados. Es decir, NEOM, con este proyecto, planea concentrar casi 7 veces la población de Rosario en una superficie 55 veces menor.
El diseño de la urbanización consta de una franja de solo 200 metros de ancho, 500 metros de alto y 170 kilómetros de largo, similar a la distancia que existe entre las ciudades de Rosario y Santa Fe. Sus paredes serán espejadas, no solo para el aprovechamiento de la luz solar, sino también para producir un entorno “natural”, donde se refleje el paisaje circundante y se logre una integración armónica con el medio.
La propuesta prioriza la salud y el bienestar de las personas sobre la movilidad y la infraestructura, por lo que los habitantes, en 5 minutos de caminata, tendrán acceso a todas las instalaciones necesarias para la cotidianidad, incluida la naturaleza, y la posibilidad de conectar hasta con 80.000 vecinos. En caso de ser necesario, también contarán con la opción de viajar a cualquier parte de la ciudad en un tiempo máximo de 20 minutos en un tren de alta velocidad.
A diferencia de los centros urbanos horizontales tradicionales, en THE LINE no habrá rutas ni vehículos, y, por lo tanto, ninguna emisión. Su funcionamiento se basará en energía 100% renovable de origen solar, eólica y a base de hidrógeno verde, tanto para el transporte como para las industrias que se radiquen allí, suministrando un entorno de contaminación atmosférica nula y enteramente sostenible.
Esta forma renovada de circulación, con un modelo amigable con el ambiente, promete cero tiempos de espera gracias a que los vehículos serán operados de forma autónoma y utilizando sistemas de inteligencia artificial. En virtud de ello, los habitantes podrán dedicar más tiempo al ocio, evitando la congestión urbana, reducirán sus gastos de uso y mantenimiento de vehículos, y la siniestralidad por accidentes disminuirá a casi cero. En ese sentido, NEOM también promete un acceso inmediato al exterior de la ciudad, donde se disfrutará de las playas, el desierto y las montañas, y una conexión ágil y directa con el resto de la región. También, se podrá llegar a 40% del planeta en menos de 6 horas en avión, gracias al Aeropuerto Internacional de alta tecnología, ubicado de forma estratégica. Por otro lado, las embarcaciones marítimas contarán con un puerto deportivo para todo tipo de embarcaciones, donde no habrá buques de carga.
Todos los residentes tendrán vistas de la naturaleza y acceso a los mismos servicios compartidos, sin importar sus ingresos. Y en vez de barrios, habrá módulos, en los cuales se dispondrán universidades, escuelas, hospitales, centros culturales, teatros, bibliotecas, canchas de fútbol y todo lo que una persona pueda necesitar. Sumado a esto, se garantiza un clima ideal durante todo el año que permitirá a los residentes disfrutar de la naturaleza circundante y realizar deportes todo el año.
Aunque los plazos son ambiciosos, desde el primer trimestre de 2021 se está llevando a cabo el ensamblaje de la ciudad mediante el uso de piezas modulares pre-diseñadas que se fabrican a gran escala. Esta gran obra es principalmente financiada por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita. Dicha inversión es crucial no solo porque impulsa el proyecto, sino porque también promete contribuir significativamente al crecimiento económico del país ya que el proyecto tiene como objetivo aportar 380.000 empleos del futuro y USD 48 mil millones al PBI nacional para 2030, lo que podría mejorar considerablemente la economía del país y aumentar su presencia en la economía global. Actualmente, NEOM sigue en búsqueda de más inversores y socios a nivel global, regional y local, y todos aquellos que se encuentren interesados en sus proyectos pueden acercarse a la exposición pública en la Fundación Bienal de Diriyah en la ciudad de Riad, o simplemente comunicarse desde la página oficial de NEOM.
La propuesta está enfocada principalmente en aquellos interesados en tecnología, investigación, educación y ambiente, así como en quienes deseen ser pioneros en un modelo de ciudad sin precedentes que promueva el desarrollo sostenible y la convivencia armónica con el ambiente. Esto incluye a nómadas digitales y miembros de sectores tecnológicos emergentes.
De lograrse los objetivos planteados, se tendrá una oportunidad histórica para abordar los mayores desafíos sociales, ambientales y económicos que enfrenta la humanidad en la actualidad. Como resultado, este modelo podría convertirse en un ejemplo único de sostenibilidad y desarrollo urbano, permitiéndonos vivir de una forma más equilibrada y justa tanto con el ambiente como con las personas.