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Carlos March en Joven Argentina

La complejidad de llevar el poder al pueblo

Autor : Franco Ziraldo Tumini

Revisado por Nicolás Labella

El pasado lunes 29 de Julio, como todos los prometedores encuentros de Joven Argentina en el Hotel Rivera, contamos con la visita de un personaje más que interesante del círculo rojo. Se trataba de Carlos March, periodista, escritor, ex director de Poder Ciudadano y de actual desempeño en Fundación Avina, quién optó por volcar su vocación social a través de las ONGs en lugar de la Política.

El motivo fundamental de su exposición fue destacar la relevancia de las Asociaciones Civiles dentro de la sociedad y el impacto del compromiso del ciudadano, en pleno contexto electoral.

El disertante comenzó, para contextualizar describiendo su paso por las diversas organizaciones, comentando vivencias y anécdotas con los protagonistas más importantes de la política y los medios de argentina. March destacó a Poder Ciudadano y Avina, donde sumó 25 años de experiencia.

Ante el advenimiento del gobierno de Menem en los 90 y consigo el fenómeno de concentración de poder en pocas instituciones, Carlos fundó Poder Ciudadano con el objetivo de devolverle el poder a la sociedad. Además aumentar la participación de la gente más allá del voto.

El invitado expresó que solo votando cada cuatro años se delega poder, no representatividad. Con este loable argumento de garantizar un mejor ejercicio de la democracia, esta organización junto con RACI llevaron a cabo el Civil 20, la red de fundaciones con presencia en el G20.

En plena eclosión de la crisis del 2001, una segunda generación de Asociaciones civiles emerge para reemplazar al Estado en muchos aspectos. Las necesidades de la sociedad eran abrumadoras.

Según el orador, ese vacío es ocupado por alrededor de 90 mil organizaciones en el país. En este contexto. Para 2005 se une a Avina, fundación creada por un altruista suizo que cree que los recursos humanos que yacen en América Latina pueden ser exponen ciados y llevados a la transformación social en el mundo desarrollando líderes sociales de alta gama.

Ya siendo un líder reconocido de la Sociedad Civil, en 2009 publicó su libro “Dignidad para todos”, donde explica los valores y el modus operandi de las asociaciones civiles y su rol en el estado. Adoptando una envergadura internacional y con una voz muy escuchada, el protagonista de la noche del lunes se convirtió en un personaje molesto para los centros del poder de nuestro país.

En su exposición, hizo hincapié en el desafío que tiene la sociedad para instalar la filosofía del ganar-ganar en las transacciones entre personas e instituciones, aludiendo un poco al pensamiento lateral desarrollado por Edward De Bono.

Un ejemplo que destaca es el de los gobiernos de turno, que ven a las ONGs como meros competidores, en lugar de considerarlas una vía de escape donde puedan complementarse para mejorar la calidad de vida de la población.

También marcó los límites de las organizaciones sociales, definiendo a estas como generadoras de clientes permanentes, ya que las actividades civiles están desarticuladas y el individuo carenciado que acude a su asistencia se vuelve totalmente dependiente. Así, remarcó que las instituciones son el medio para sostener en el largo plazo las soluciones a los problemas.

March confesó que las estrategias de intervención social se nutren de tres elementos fundamentales: Institucionalidad, territorio y comunicación. Cuando las organizaciones civiles se desarrollan estratégicamente haciendo valer estos elementos, alcanzan un alto nivel de poder.

Fiel a su estilo jocoso y su gran habilidad para emanar conceptos enriquecedores, aclaró que mientras el poder más difuso es más concreto es el impacto. Un poder descentralizado, ilimitado, no medible es difícil de neutralizar pues trasciende el verticalismo, es más fuerte que el poder real.

Para concluir la brillante jornada, el destacado periodista utilizó a la Selección Argentina de Fútbol como una metáfora de la situación del país, aludiendo a la incapacidad de organización que tenemos los argentinos, siendo este el principal motivo de la creciente pobreza que atraviesan los sectores más carenciados.

La última reseña del visitante fue mencionar las causas de la inequidad social estructural, entre ellas: corrupción estructural, bienes públicos de baja calidad, discrecionalidad, institucionalidad pública débil, deterioro de espacios públicos, entramado social endogámico, clientelismo, concentración de riqueza, falta de acceso a oportunidades, burocracia, etc.

Ya finalizando el encuentro, se desplegó sobre la ronda un corto pero sintético debate sobre la pasividad de los sucesivos gobiernos desde la vuelta a la democracia ante los problemas estructurales que remarcó March y la falta de visión a largo plazo de los políticos que merodean el poder. Así culminó la jornada con un fuerte aplauso y agradecimiento al invitado de lujo.


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